Publicado en El Mundo: 5 de mayo - 2025

javier-goma-hero-banner-home2

Javier Gomá Lanzón

¿Por qué el Estado subvenciona óperas, financia un observatorio astronómico o acuerda ayudas para lejanos países si siguen faltando camas en nuestros hospitales o subsisten bolsas de pobreza extrema sin prestación asistencial? Por mucho que sea práctica generalizada en el mundo entero reclama una explicación. Para darla distinguimos entre peso y altura. Tienen peso los valores que alargan la vida (económicos) y altura los que la dignifican prestándole sentido (cultura). Esperar a agotar los primeros antes de cultivar los segundos nos haría inferiores a nosotros mismos, condenados al contrasentido de una vida tan larga como indigna de ser vivida. Precisamos ambos simultáneamente para constituirnos en ese peso alado que estamos llamados a ser, uno que arraiga en lo alto y se eleva catapultado por las raíces, como dice Aristóteles de los pájaros, que «no podrían volar si no tuvieran patas, ni andar si no tuvieran alas» (Marcha de los animales, 709b).